martes, 3 de noviembre de 2009

El Cuento de Navidad de Auggie Wren

Le oí este cuento a Auggie Wren. Dado que Auggie no queda demasiado bien en él, por lo menos no todo lo bien que a él le habría gustado, me pidió que no utilizara su verdadero nombre. Aparte de eso, toda la historia de la cartera perdida, la anciana ciega y la comida de Navidad es exactamente como él me la contó.
Auggie y yo nos conocemos desde hace casi once años. Él trabaja detrás del mostrador de un estanco en la calle Court (...)



Dijo que aquella era la obra de su vida, y no tardaba más de cinco minutos al día en hacerla. Todas las mañanas durante los últimos once años se había detenido en la esquina de la Avenida Atlantic y la calle Clinton exactamente a las siete y había hecho una sola fotografía en color de la misma vista.



(...) Finalmente encuentro el apartamento que busco y llamo al timbre.



No pasa nada. Deduzco que no hay nadie, pero lo intento otra vez para asegurarme. Espero un poco más (...)


No debía ausentarme más de unos minutos, pero en ese tiempo la abuela Ethel se había quedado dormida en su butaca. (...) Dejé la cartera de su nieto en la mesa, cogí la cámara otra vez y salí del apartamento.
...Mientras haya una persona que se la crea, no hay ninguna historia que no pueda ser verdad.

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